apareció cuando Brasil más lo necesitaba. El Scratch afrontaba un duro partido ante Alemania por la final de y su máxima figura fue la encargada de romper la paridad del encuentro.

Sobre el minuto 26 del primer tiempo, un tiro libre permitió ver toda la calidad de Neymar. El brasileño se paró frente al balón y le pegó con una sutileza y precisión, que hizo que el esférico vaya directo al ángulo del arco alemán, haciendo así estéril la volada del portero Timo Horn.

El gol de Neymar hizo estallar de alegría a un abarrotado estadio de Maracaná, cuya torcida sueña con celebrar la obtención de su primera medalla olímpica en fútbol.

Previo a esta ante Alemania, Brasil había goleado por un contundente 7 a 0 a Honduras en el partido de las semifinales, en tanto que el equipo teutón había derrotado 2 a 0 a Nigeria.