Un gol del polaco Kamil Glik, cuando el reloj había escupido ya 94 minutos de juego por Champions League, permitió al Mónaco arrancar en su estadio un empate que no mereció por juego y ocasiones frente a un Bayer Leverkusen que se había adelantado gracias a un tanto del mexicano Chicharito Hernández.
Desde lejos, un balón perdido y sin historia que parecía destinado a ser el último suspiro de un encuentro en el que los germanos fueron mejores, el gran central polaco ofreció a los monegascos una volea que se coló en la escuadra de Leno.
Injusto castigo para un Bayer Leverkusen que había atacado más, puesto más leña en el asador y buscado con más fe la meta los locales y que se frotaba las manos con los tres puntos desde que Chicharito lograra en el minuto 73 el tanto que parecía dar premio a sus esfuerzos.
Con ese punto, los monegascos se sitúan en la primera plaza del Grupo E de la Champions League empatados con el CSKA de Moscú y pone contra las cuerdas el futuro europeo de los germanos.