El delantero Wayne Rooney, que marcó un tanto en propia puerta y dos en la contraria, se erigió como protagonista de la goleada que el Manchester United le asestó en la octava jornada de la Premier (4-2) a un Stoke que plantó cara a los “diablos rojos” en algunos tramos del duelo.

El Manchester United, con el español David De Gea bajo los palos y el danés Anders Lindegaard relegado al banquillo, comenzó una vez más el duelo por detrás en el marcador, un lance que se está convirtiendo en habitual esta temporada.

La novedad en esta ocasión fue que el tanto no lo firmó uno de los delanteros visitantes, sino la estrella de los “diablos rojos”, Wayne Rooney, que metió el cuero en propia puerta: en una falta que sirvió el Stoke desde el lateral del área, el inglés entró como un atacante más al remate y no encontró oposición para cabecear el balón a su propia red.

Rooney, que ha recibido críticas en la prensa británica por su actuación la pasada semana con su selección ante Polonia, donde Inglaterra no pudo pasar del empate a uno, envió el balón a la red de De Gea en el minuto once.

El mismo Rooney, sin embargo, que lució por vez primera el viernes 12 de octubre el brazalete de la selección de los Tres Leones, aprovechando la baja por sanción del capitán habitual, Steven Gerrard, se encargó de solventar su error.

La segunda parte fue toda del equipo que dirige Sir Alex Feguson, en donde mostraron su mejor juego capitalizado en goles y terminaron con las esperanzas del rebelde Stoke City.

EFE