Como ya empieza a ser una tónica habitual en esta temporada, el Manchester United cedió el primer gol del encuentro a los pocos minutos de empezar cuando el galés Hal Robson-Kanu cazó un rechazo dentro del área y con un bonito remate colocó el balón lejos del alcance de Anders Lindegaard, otra vez titular por delante de David de Gea.

De nuevo por detrás en el marcador, los “diablos rojos” se pusieron el ya habitual traje de remontada y en solo ocho minutos consiguieron darle la vuelta al marcador.

El brasileño Anderson, con un disparo cruzado tras una pared con Ashley Young, y Rooney, al transformar un penalti cometido sobre Jonny Evans justo en la jugada siguiente, pusieron al Manchester United al mando del partido.

Con lo que no contaban los de Alex Ferguson en su remontada es que el Reading , penúltimo en la clasificación de la Liga, mantendría el tipo y volvería a dar la vuelta al partido desde el córner.

Primero Adam le Fondre y a continuación Sean Morrison hicieron buenos los centros desde la esquina de Nick Shorey para poner el 3-2 en el luminoso y firmar así el inicio más espectacular de lo que va de temporada con cinco goles en 23 minutos.

Pero la fiesta no había terminado. Rooney acudió de nuevo al rescate para igualar el partido al rematar un centro de Patrice Evra y después para asistir de espuela a Van Persie que colocó un surrealista 3-4 en el marcador en el minuto 34.

La espectacularidad del partido, con llegadas constantes y las defensas haciendo aguas en ambas áreas, no gustó a Ferguson que sustituyó al brasileño Rafael por el central Chris Smalling, de corte más conservador, para poner fin a estos compases de locura y a un marcador propio de los años cincuenta.

Como era de esperar, el vendaval ofensivo por parte de ambos equipos disminuyó en la reanudación, con las defensas mucho más compactas y menos permisivas que en el primer tiempo.

Aun así, tanto Manchester United , con combinaciones rápidas cerca de la frontal, como Reading , con una chilena de Le Fondre que detuvo Lindegaard y varias jugadas a balón parado, siguieron generando ocasiones y mantuvieron vivo el espectáculo.

EFE