El goleador del United no tuvo quién lo detenga en OId Trafford y fue una verdadera pesadilla para la defensa del Aston Villa.

En solo 45 minutos, Robin van Persie rompió tres veces el arco visitante, pero fue su segundo gol el que hizo estallar a toda la hinchada del Manchester United.

El atacante holandés recibió un pase en profundidad de Wayne Rooney y sin dejar que la pelota toque el piso, empalmó el balón con la zurda para dejar sin reacción al golero rival.