El Manchester City comenzó el duelo con la fortuna de su lado, con dos goles del Queens Park Rangers anulados en apenas 30 segundos.

El primero fue un cabezazo a la red de Charlie Austin, en fuera de juego. Joe Hart plantó el balón en su área tras esa jugada y lanzó un pase que fue a parar directamente a los pies del mismo delantero inglés, que no dudó en rematar a placer el que parecía, ahora sí, el 1-0.

El colegiado volvió a invalidar sin embargo el tanto, al considerar que Hart había tocado con el pie izquierdo el balón antes de sacar con el derecho, dos toques que obligaron a repetir, según el criterio del árbitro, el saque de puerta.

El Queens Park Rangers no dejó de amedrentar al Manchester City y acto seguido volvieron a estar cerca del 1-0 con un remate desde dentro del área del mismo Austin que logró rechazar Hart.

Conjurado para marcar, Austin logró por fin su objetivo a la cuarta oportunidad. Eduardo Vargas le puso un pase cruzado que controló en el interior del área y le habilitó para encarar a Hart con garantías.

A pesar de su posición dudosa, el juez de línea no se animó a levantar la bandera y Austin pudo ver cómo el árbitro le concedía su primer gol después de tres disparos a la red.

Sergio Agüero tardó diez minutos en poner la igualdad en el marcador. Lo hizo al recoger un pase largo que lanzó Eliaquim Mangala con el argentino en línea con los defensas.

Agüero corrió hasta el área con el balón controlado, burló primero a dos defensas y remató después a la red el 1-1.

El tanto fue válido a pesar de que los jugadores del Queens Park Rangers reclamaron mano de Agüero en el control previo a su remate.

El empate que logró Agüero se mantuvo inalterado hasta quince minutos antes del final, cuando el Manchester City volvió a ser víctima de una jugada desgraciada.

Austin lanzó desde la derecha un centro hacia Bobby Zamora, que no pudo rematar porque se le adelantó Martín Demichelis, que se antepuso al delantero pero acabó enviando el balón a su propia red.

Para fortuna del Manchester City, Agüero volvió a aparecer en el momento apropiado para rematar a gol un balonazo desde su propio campo de Yaya Touré.

Agüero controló el cuero dentro del área, burló al portero y pisó durante un segundo el balón para desestabilizar a los tres defensas que le perseguían y rematar con sangre fría el 2-2 con el que se cerró el partido.