El Liverpool, que no ganaba en la Premier League desde agosto, dominó el juego durante el primer tiempo ante un West Bromiwch Albion precavido, con las líneas replegadas en las cercanías de su área.

El Liverpool, sin embargo, sin Daniel Sturridge, todavía lesionado, ni Mario Balotelli, en el banquillo de inicio, no inquietaban a Ben Foster.

Ante la falta de profundidad del Liverpool, el West Bromwich Albion se atrevió a lanzarse al ataque en el último tramo del primer tiempo.

Saido Berahino disparó primero un tiro lejano que atajó Simon Mignolet y poco después cabeceó un balón desde dentro del área, tras burlar a dos defensas rivales, que salió desviado por encima de la portería del Liverpool.

También lo intentó Stéphane Sessegnon con otro disparo que detuvo Mignolet antes de que el Liverpool diera un golpe de autoridad al partido instantes antes del descanso, cuando peor lo estaba pasando sobre el césped.

En una de las contadas llegadas al área rival de los de Brendan Rodgers, Adam Lallana engañó a la defensa del West Bromwich Albion con una pared en la que le asistió Jordan Henderson.

La rápida triangulación entre ambos desorientó a los defensores visitantes y dejó a Lallana solo ante el portero, listo para cruzar un disparo raso con la zurda que se convirtió en el 1-0.

Por detrás en el marcador, el West Bromwich Albion se mostraba como un equipo inflexible con su táctica y continuaba con las líneas apretadas contra su propia área.

A pesar de que los visitantes no creaban sensación de peligro en Anfield, una jugada puntual les permitió empatar el partido. Dejan Lovren derribó a Berahino aparentemente en el exterior del área, pero el delantero cayó dentro de la zona de castigo y el árbitro señaló la pena máxima.

El delantero de Burundi se encargó él mismo de enviar un duro disparo hacia la izquierda, a media altura, que engañó a Mignolet y significó el 1-1.

El Liverpool se revolucionó tras el tanto y no tardaron más de cinco minutos en restablecer su ventaja.

Raheem Sterling cayó en el área visitante y reclamó penal, pero al ver que el árbitro no apreciaba infracción se levantó y envió el balón hacia atrás, por donde llegaba sin oposición Henderson, que disparó un tiro seco imparable para Foster.

Berahino tuvo a su alcance de nuevo el empate en el minuto 74, cuando remató de cabeza un balón desde dentro del área que acabó atrapando Mignolet, pero desaprovechó esa opción y el West Bromwich Albion se acabó conformando con la derrota.