renunció al seleccionado argentino en la madrugada del 27 de junio entristecido por perder su cuarta final, la tercera consecutiva, representando al país. Este viernes, después de 46 días de incertidumbre y congoja, los argentinos sonríen: el capitán volverá a vestir la Albiceleste.

La dimisión, a pesar de causar preocupación en el país austral, nunca terminó de alarmar por completo a los argentinos que inferían que tarde o temprano ‘la Pulga’ revertiría su decisión.

“Me pasaron muchas cosas por la cabeza desde la última final y pensé seriamente en dejarlo, pero amo demasiado a mi país y a esta camiseta”, dijo hoy Messi a través de un comunicado.

Messi obtuvo con la Albiceleste el Mundial Sub’20 de Holanda 2005 y la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Sin embargo, con la absoluta no ganó ningún título y fue subcampeón en la Copa América de Venezuela 2007, el Mundial de Brasil 2014, la Copa América de Chile 2015 y la Copa América Centenario de 2016.

“Ya está, se terminó para mí la selección. Son cuatro finales, no es para mí. Lo busqué, no se me dio, pero creo que ya está. Ya lo intenté mucho. Me duele más que a ninguno no poder ser campeón con la Argentina. Me voy sin poder conseguirlo”, dijo el 27 de junio, horas después de perder la final de la Copa América Centenario.

Desde su dimisión se desató una fuerte campaña en el país para intentar convencer al astro del Barcelona para que siguiera en la selección.

Diego Maradona, el brasileño Pelé, Jorge Valdano, César Luis Menotti, compañeros del seleccionado, entrenadores, exfutbolistas y hasta el presidente argentino, Mauricio Macri, expresaron públicamente su deseo de que Messi revirtiera su renuncia.

Durante varios días la etiqueta #NoTeVayasLio inundó las redes sociales del país e incluso los campeones del mundo con Argentina en 1986 se fotografiaron con un cartel con la consigna durante una distinción en el Parlamento.

Aunque el amor de Messi por la Albiceleste hacía sospechar que su dimisión no era irreversible, las manifestaciones de cariño fueron constantes.

El 28 de junio el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, inauguró una estatua del delantero. Además, pocos días más tarde, varios argentinos se congregaron en el Obelisco, lugar histórico de festejo de triunfos deportivos, para demostrarle su amor a ‘la Pulga’ y pedirle que continúe en el seleccionado.

“Agradezco a toda esa gente que quiere que siga jugando con Argentina, ojalá podamos darle alguna alegría pronto”, sostuvo hoy Messi.

La dimisión acaparó desde fines de junio la atención de la prensa local, e incluso el diario deportivo Olé llegó a titular “No te vayas”, con una foto de Messi llorando tras perder la final de la Copa América Centenario.

Días antes de su renuncia, el capitán criticó en las redes sociales a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por la desorganización en los viajes en Estados Unidos, sede de la Copa Centenario.

Casi dos semanas después del adiós de ‘la Pulga’, el seleccionador argentino, Gerardo Martino, renunció a su cargo y también arremetió contra la AFA, que ahora está controlada por una comisión creada por la FIFA y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

El ente regulador nombró a Edgardo Bauza como nuevo técnico y lo primero que hizo ‘el Patón’ fue viajar a España para “hablar de fútbol” con Messi y Javier Mascherano.

“Hay muchos problemas en el fútbol argentino y no pretendo crear uno más. No quiero causar ningún daño, siempre pretendí todo lo contrario, ayudar en todo lo que pude. Hay que arreglar muchos cosas en nuestro fútbol argentino, pero prefiero hacerlo desde adentro y no criticando desde afuera”, explicó Messi este viernes.

Finalmente, Bauza, la AFA, sus compañeros y los argentinos pueden respirar aliviados: Messi seguirá jugando con la camiseta argentina.