Hay muchas maneras de celebrar goles y esta celebración de hecho es una de las más extrañas. En el fútbol de Tailandia, este jugador anotó y se sacó el short, se lo puso en la cabeza y empezó a “disparar” a la tribuna.
Se creía Rambo. Lo cierto es que ya tenía una tarjeta amarilla y recibió una segunda por su extraña celebración. Resultado: expulsado del campo.