Es conocido por todos la mala relación que tienen el entrenador portugués del Chelsea, José Mourinho y el francés Arsene Wenger, técnico del Arsenal, lo que ha llevado muchas veces a intercambios de palabras a través de los medios, pero que en el momento en que ambos equipos se enfrentan dejan de lado por la cortesía y caballerosidad, típica del fútbol inglés.

Sin embargo, pareció raro que tras al finalizar el partido en que el Chelsea derrotó por 6-0 al Arsenal, Wenger estrechara la mano no con Mourinho, sino con un asistente. ¿Por qué?

Resulta que el portugués decidió salir un par de minutos antes del final del partido porque “Mi mujer no lo estaba viendo y me dijo que la llamase para decirle el resultado. Tenía la duda y si le puedo decir el marcador dos minutos antes del final, mejor”.

A lo que añadió, “Muchas veces he sido yo el que ha tenido que esperar al técnico rival, como en esta oportunidad en que minutos antes del partido recién apareció el entrenador del otro equipo y lo saludé, le di la bienvenida y lo felicité por sus 1000 partidos”.