EL último fin de semana el le quitó al Real Madrid un invicto de 40 partidos sin conocer la derrota y todo gracias a un hombre: , el entrenador argentino que ha llevado al conjunto andaluz a estar metido entre los más grandes equipos del fútbol español y destacar en la Champions League.

Pero nunca todo fue color de rosa para el estratega ‘bielsista’, pues en sus inicios la pasó muy mal. Debutó en Perú como DT y aquí te contamos su difícil historia:

Era el 2002 cuando un desconocido Jorge Sampaoli llegaba al Juan Aurich chiclayano para entrenar a un equipo profesional por primera vez en su carrera. Su inexperiencia le pasó la factura y solo estuvo en el cargo durante 8 partido. Apenas logró una victoria.

Ese mismo año lo fichaba y a partir de ahí empezaría a labrarse un nombre como director técnico. Hasta hoy en día es recordado por los hinchas en el Callao, y es que ‘Sampa’, con un sueldo paupérrimo, tenía que vivir en la compañía de bomberos número 34 de La Punta, en el Callao.

“Le decíamos el Hombrecito, por su pequeña estatura. Entraba y salía del lugar, como si fuera uno más de nosotros. Era muy educado con todo”, dijo tiempo después el brigadier Alberto Márquez, en una entrevista con el diario La Tercera.

En el 2004 llegaría al advenedizo Coronel Bolgnesi de Tacna y para sorpresa de muchos conseguiría una clasificación a una Copa Sudamericana.

Sus buenas actuaciones hicieron que Sporting Cristal ponga sus ojo en él y para la temporada 2007 arribaría al Rimac con hambre de triunfo. Sin embargo, todo salió mal.

Empezó perdiendo estrepitosamente por 5-0 con el América de México en la fase previa de la Copa Libertadores. Finalmente, solo dirigió 17 partidos, consiguió apenas 4 victorias y se fue peleado con los referentes, quienes decían que los exigía mucho.

Esa es la historia de Jorge Sampaoli en el Perú. Irregular, con idas y vueltas, sufrimientos y algunas pocas alegrías. Cuando cogió la dirección técnica del O’Higgins chileno en 2008, su carrera fue en ascenso y ahora en uno de los mejores entrenadores del mundo.

En Perú sus ideas no funcionaron, tal vez, por la idiosincrasia del futbolista peruano.