“No hubo muchos entrenadores que se preocuparon por los sistemas sino que intentaron jugar al fútbol espectáculo, dándole más libertad al jugador para desarrollar su juego dentro de la cancha”, señaló Iván Zamorano.

Indicó que la estrategia permitió la anotación de mucho más goles que en otros mundiales y “goleadas inesperadas”, como las que encajó Brasil ante Alemani*a (7-1) y *Holanda (3-0).

Zamorano sostuvo que Latinoamérica estuvo muy bien representada en Brasil 2014, con equipos que “de alguna manera están total y absolutamente convencidos de lo que están haciendo”, como fue el caso de Argentina, Colombia, Chile y Costa Rica.

“Colombia demostró con creces que está dando pasos agigantados para poder construir algo importante con José Pekerman, y creo que Chile también mostró un camino a seguir desde el punto de vista de la motivación y de contar con una ideología futbolística”, añadió.

No obstante, precisó que otras selecciones de esta región mostraron que “todavía” les falta imponer un estilo, y esto indica que hay que trabajar mucho para lograrlo.

En ese sentido, Zamorano dijo que Costa Rica fue uno de los mejores ejemplos cuando se trabaja con planificación, ilusión, fe y una filosofía futbolística, porque llegó a liderar un grupo en el que tuvo que enfrentarse a tres campeones del mundo (Inglaterra, Uruguay e Italia).

“Costa Rica enfrentó con personalidad y carácter los partidos en su grupo, porque en una selección no solo se necesitan nombres sino hombres y trabajo”, matizó.