Ivan Rakitic llegó al Sevilla en enero del 2011, cuando aún no había cumplido 23 años, y en estas tres temporadas y media su progreso y peso ha sido continuo hasta convertirse en el líder del equipo, situación que debe ahora revalidar entre las estrellas del Barcelona.

El centrocampista, pese a que ha reconocido su amor por los colores sevillistas y por la ciudad, ha dejado pasar el tiempo a la espera de que se concretarán las ofertas que por él llegarían, y una para jugar en el Barcelona no la puede rechazar ningún futbolista.

Estar en uno de los mejores equipos del mundo le gusta a todos y Rakitic no iba a ser menos, aunque el desconsuelo sevillista de perder a su jugador más determinante se puede paliar con un gratificación económica que ronda los 20 millones de euros por el traspaso de un futbolista que a la conclusión de la venidera campaña quedaba libre y que desde el próximo enero ya podía negociar su fichaje abiertamente con cualquier club.