El centrocampista del Chelsea inglés John Obi Mikel y del delantero del Roma Sadig Umar guiaron a hacia la medalla de bronce de fútbol de de la que privó Honduras (2-3), incapaz de aprovechar la ocasión de estrenar su historial olímpico.

El cuadro africano, de un rendimiento espléndido especialmente en las categorías menores en el fútbol internacional, mostró más ambición que su adversario y, sobre todo, mayor puntería. El cuadro hondureño que dirige el colombiano Jorge Luis Pinto se desmoronó con el paso de los minutos.

Su reacción final fue un arrebato de orgullo ante una ocasión perdida. Honduras, que en cualquier caso ha firmado su mejor papel en el fútbol olímpico, dejó atrás una buena oportunidad de figurar con algún premio en la historia de los Juegos.