Kiessling ‘marcó’ el 2-0 con un cabezazo que pegó en la red exterior y se metió en la portería a través de un agujero sin que el árbitro, Felix Brich, ni los jugadores que estaban en el campo lo advirtieran.

Sólo las protestas posteriores de los suplentes del Hoffenheim y la repetición de televisión dejaron claridad sobre lo que había ocurrido. El Hoffenheim ha pedido una repetición del partido.

“El que un gol fantasma sea sentido como algo injusto es completamente comprensible. El reflejo de pedir una repetición del partido también lo es pero sabemos la posición que tiene la FIFA ante los errores arbitrales”, dijo el vicepresidente de la DFB, Rainer Koch.

EFE