¿Se le puede culpar a Gareth Bale? El futbolista del Real Madrid llegaba a los entrenamientos manejando su potente camioneta y, como es habitual, una docena de hinchas se apostaron a su vehículo en busca de una fotografía o un autógrafo. Al menos tocar a su máximo ídolo.

El jugador gales detuvo su arco y atendió a los que pudo, pero pronto volvió a acelerar y los hinchas de a pocos se fueron alejando. Solo que una fanática no se alejó lo suficiente y una de las ruedas del automóvil pasó por encima de su pie.

La mujer no ocultó su dolor, pero al mismo tiempo soltó un “no pasa nada, no pasa nada” y aceptó que fue su culpa y no la de Bale.

Los hinchas corren riesgos a la hora de buscar una foto o autógrafo con sus ídolos, más cuando los jugadores no se toman el tiempo de atender a todos. Gajes del oficio.