Aunque primero se anunció una suspensión de 20 minutos, media hora después el árbitro decidió aplazar la continuación para otro día.

La nevada empezó a la vez que el partido pero a partir del minuto 20 se intensificó y apenas diez minutos después, ya era imposible distinguir las líneas del campo.

La primera medida adoptada tanto por Galatasaray como por Juventus fue reemplazar el balón blanco por uno de llamativo color rojo, pero cinco minutos más tarde, el árbitro decidió que era imposible continuar bajo estas condiciones meteorológicas.

Inicialmente, el juego se suspendió para limpiar el césped de nieve y la hinchada continuaba en la grada, con la esperanza de que se continuase pronto, pero finalmente se decidió la suspensión definitiva.

Todavía no se ha decidido si se continuará jugando este miércoles o se buscará otra fecha para este duelo de la Champions League.

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