El delantero de Bayern Munich fingió ser un maniquí en una vitrina y cuando algún incauto se acercaba a observarlo, este los asustaba con un grito que provocaba que los curiosos huyan despavoridos.

Esta acción de Franck Ribéry formó parte de una campaña publicitaria y dejó en claro que el jugador vive un feliz momento en el equipo bávaro, donde también milita nuestro compatriota Claudio Pizarro.