La selección brasileña, en una noche inspirada del creativo Oscar, que marcó tres goles, conquistó su quinto Mundial en la categoría Sub’20 al superar por 3-2 a Portugal al cabo de un tiempo extra de treinta minutos.

La final se repitió veinte años después pero esta vez sonrío a Brasil, que en 1991 cayó en una tanda de penaltis después de empatar sin goles en el tiempo reglamentario.

El héroe de la noche brasileña en Bogotá fue Oscar, quien marcó los tres goles del equipo dirigido por Ney Franco a los minutos 5, 78 y 111.

Portugal alimentó su esperanza de llegar al tercer título con las dianas de Alex en el minuto 9 y Nelson Oliveira en el 59.