“Los medios dicen que la FIFA viene a un país, toma el dinero y sale corriendo después de la final. Esto no es verdad. La FIFA tiene el compromiso de desarrollar el fútbol en todo los países en los cuales organiza torneos”, dijo Jerome Valcke.

Brasil, sostuvo Jerome Valcke, “organizó un Mundial increíble”.

Valcke encabezó la conferencia de prensa en el Arena Corinthians de Sao Paulo en la cual se anunció el destino de 100 millones de dólares a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) como parte del legado del Mundial.

“El legado va más allá del dinero. Los doce estadios construidos o reformados para el Mundial están siendo utilizados. El mayor éxito fue que todos los hinchas dijeron que quieren volver a Brasil, un país para ser visitado que ganó un nuevo nivel internacional en turismo”, afirmó Valcke.

Valcke dijo que hablar sobre el Mundial después del certamen “es mucho más fácil” que hacerlo durante la preparación, época en la que tuvo contrapuntos con las autoridades brasileñas.

Valcke estuvo acompañado por el viceministro de Deportes, Luis Fernandes, el titular de la CBF y su sucesor electo, José María Marín y Marco Polo del Nero, respectivamente, y Ricardo Trade, flamante designado secretario nacional de deporte de alto rendimiento.

Los 100 millones de dólares serán aplicados como legado para infraestructura deportiva y desarrollo del fútbol juvenil y femenino en los quince estados brasileños donde no se jugó el Mundial, además de proyectos sociales y comunitarios, como prevención sanitaria y educación.

“La FIFA controlará hasta el último centavo a ser ejecutado”, aclaró Valcke.

El proyecto, que contempla el 60 % para obras de infraestructura deportiva como estadios, vestuarios y centros de entrenamiento, comenzó a ser ejecutado en el estado amazónico de Pará y continuará en su primera fase por Alagoas, Piauí, Tocantins, Rondonia y Roraima, plan que según Marín forma parte de la política de fomentar el trabajo del desarrollo del fútbol juvenil en todo el país.

El viceministro Fernandes destacó que 44 obras públicas de gran porte de movilidad urbana fueron llevadas adelante por el Gobierno de Dilma Rousseff a raíz del Mundial sin que ellas fueran requeridas por la FIFA y habló de un “legado múltiple”.

En ese sentido, indicó que Brasil mostró una imagen de país “eficiente, abierto e integrado” con la realización del Mundial 2014 y aunque dijo que está “orgulloso” de lo realizado, “de lo único que no sentimos nostalgia es del resultado que sufrimos contra Alemania en Belo Horizonte (1-7, en semifinal)”.

De cara al futuro, Valcke expresó que “tanto Brasil como la FIFA aprendieron mucho” con el Mundial 2014 para la organización del próximo torneo, en Rusia 2018.

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