Se jugaba el minuto 12 de la primera etapa cuando Alberto Paloschi intentó sorprender a un adelantado Marchetti, con un potente disparo desde unos 40 metros del arco.

Federico Marchetti, en su desesperación de evitar el gol, corrió hacia su arco y no pudo detenerse, arrastrando con su peso la red, quedando también él enredado.

Este fue el primer aviso de Paloschi, que en el minuto 61 marcó el único gol del partido que le dio el triunfo al Chievo, que no contó con el peruano Cruzado ni en el banca de suplentes.