Los títulos que cotizan en la plaza lisboeta habían registrado una notable revalorización desde el inicio del año (cerca del 80 %), pero el revés europeo de anoche y los recientes tropiezos en Liga ante el Estoril y el Oporto han contraído el valor de las acciones en torno al 25 %.

Hasta el 6 de mayo – jornada en la que el Benfica empató en casa ante el Estoril -, el club lisboeta tenía las mejores perspectivas deportivas al estar al frente de la Liga con cuatro puntos de ventaja y ser finalista de la Liga Europa y la Copa de Portugal.

Era la primera vez en su centenaria historia que podía conseguir un inédito ‘triplete’. Este motivo, unido a la compra de derechos de transmisión de la Premier League en la televisión del Benfica, condujo a los títulos del club a una exponencial mejora.

Sin embargo, en la última semana y media cedió el liderato del campeonato al Oporto al caer en el minuto 92 (2-1) a falta de una jornada para acabar el torneo y perdió cruelmente también en el 92 ante el Chelsea (2-1).

Con esta derrota, el Benfica no logra romper la maldición del húngaro Béla Guttmann, quien predijo a los lisboetas una sequía después de hacerle campeón continental hace 51 años, y pierde por séptima vez consecutiva una final continental.

El coloso portugués, campeón de la Copa de Europa en dos ocasiones (1961 y 1962), ha perdido cinco finales de la máxima competición continental (1963,65,68,88 y 90), una de la UEFA en 1983 y la de la Liga Europa ante el Chelsea.

Benfica, que cotiza en la Bolsa de Lisboa desde el 2007, tiene una capitalización bursátil en torno a los 25 millones de euros.