Todavía falta mucho, pero la carrera ya empezó. La FIFA determinó ya las sedes de los Mundiales 2018 y de 2022, en manos de Rusia y Catar, respectivamente. Ahora estudiará las candidaturas para la elección de la sede de 2026.

Estos cuatro países ya habrían presentado su interés por acoger la fiesta deportiva más importante del planeta.

Uno de ellos es Canadá, uno de los países más desarrollados del mundo, con una taza de pobreza muy baja y calidad de vida excepcional. Nunca han organizado un mundial de mayores, sí una Sub 20 y en breve el mundial femenino. Estas experiencias juegan a su favor, además de contar con la infraestructura casi lista.

Otro de ellos es Marruecos. El país africano estuvo cerca de ganarle la puja a Sudáfrica en el 2010 y esperan ser sede para despegar como un país en pleno desarrollo.