El Superclásico de las Américas, jugado por primera vez en Asia, se saldó este sábado en el Estadio Olímpico de Pekín con una victoria de Brasil ante Argentina, que, pese a que tuvo más el balón y gozó de más ocasiones de gol, falló en defensa y no supo parar la letal contra de La Canarinha.

Mucho se temía por la salud de los futbolistas y la vistosidad del juego a consecuencia del “smog” que a lo largo de toda la semana ha afectado a Pekín, pero espectadores y jugadores tuvieron suerte: apenas una hora antes de que se iniciara el partido, el viento ahuyentó la contaminación del Nido de Pájaro.

Pese a ello, el estadio, con capacidad para 90.000 espectadores, no se llenó, aunque los aficionados presentes fueron suficientes para que el Superclásico de las Américas viviera un ambiente digno de partido oficial, dado que Pekín no está acostumbrada a encuentros de tal nivel.