El técnico del Arsenal, el francés Arsène Wenger, sostuvo este jueves que no fue una imprudencia mantener al alemán Mesut Özil en el campo los noventa minutos del duelo frente al Chelsea del 5 de octubre, del que salió lesionado.

Días después de ese partido, el equipo médico de la selección alemana determinó que Özil sufre una rotura parcial del ligamento externo de la rodilla izquierda que le mantendrá apartado de los terrenos de juego durante al menos diez semanas.

“Lo que ocurrió fue que en la media parte el fisioterapeuta me dijo que Özil sentía algo de dolor en la rodilla, pero que no era grave”, relató Wenger.

“Él (Özil) no me dijo nada hasta que el escáner lo detectó. No me dijo nada durante el partido, no sabía nada”, añadió el preparador francés.

El centrocampista alemán, fichaje estrella de los “gunners” en el verano de 2013, se mantuvo en el campo hasta el final del partido, que el Chelsea terminó ganando por 2-0, pero quedó fuera del encuentro internacional ante Polonia que Alemania disputó el 11 de octubre.

“Él quería estar allí. Le dije ‘si no te sientes bien, me lo dices y te sacaré inmediatamente’. No lo hizo durante todo el partido. Le dejé en el campo porque estábamos en una posición en la que necesitábamos marcar un gol y él es quien puede entregar ese balón final”, sostuvo Wenger.

En la concentración alemana se sometió al jugador a pruebas médicas que “descubrieron tenía una lesión en el ligamento que es bastante seria”, en palabras del técnico del Arsenal.

“Lo único positivo es que tendrá algo de descanso, lo que no había logrado tener después del Mundial de Brasil”, dijo Wenger.