Un 9 de julio del 2006, Italia y Francia definían al campeón del Mundial de Alemania. Tras igualar 1-1 en el tiempo reglamentario, donde Zidane anotó un gol de penal tras ‘picarle’ el balón a Buffon, el duelo se debió decidir desde el punto de penal.

Minutos antes de los penales, un cruce de palabras entre Materazzi y Zidane terminó con la expulsión del francés, luego de que este le propine un fuerte cabezazo en el pecho al defensor italiano.

En la tanda de los penales, Italia se quedó con el título luego de que Trezeguet falle su disparo. Zinedine Zidane disputó su último partido viendo la tarjeta roja y perdiendo la final del Mundial.