Se va un referente del fútbol mundial, que con su pegada dejó sin nada que hacer a muchos porteros alrededor del mundo. David Beckham jugó sus últimos minutos como futbolista profesional en el PSG y se fue con lágrimas en los ojos.

El volante inglés jugó hasta el minuto 86 y todo el estadio ‘Parque de los Príncipes’ se puso de pie para aplaudirlo y corear su nombre.

Tras el partido, sus compañeros lo agasajaron en la mitad de la cancha lanzándolo hacia el aire en varias oportunidades.