Su figura creció desde que fichó por el Real Madrid. Lo había ganado todo con el Manchester United y sintió que era el momento de cerrar un ciclo de su carrera. Cumplió un sueño de infancia al vestirse de blanco y ya es leyenda viva del madridismo: máximo goleador en menos años que otros iconos del club.

Cristiano Ronaldo comenzó a experimentar con el fútbol profesional con tan solo 17 años. Su talento en el Nacional no pasó inadvertido para el Sporting de Lisboa, que lo fichó tras superar una exigente prueba de tres días. Se trasladó a la capital portuguesa para comenzar a escribir su leyenda siendo un niño, asesorado por tutores que le orientaban en sus estudios, psicólogos que le ayudaban en su etapa de adolescencia y médicos que vigilaban su crecimiento físico.

En octubre de 2001, sin ser aún mayor de edad, fue titular por primera vez en la Superliga portuguesa dejando una gran sensación. Era su primera temporada en la elite y ya saboreaba el éxito. Fue campeón de la competición portuguesa en el curso 2001/02.

Pasó de ser referente del Sporting Lisboa, cuna de Luis Figo o de Joao Pinto, a fichar por el Manchester United, una operación en la que mucho tuvo que ver el irlandés Roy Keane, por entonces capitán de los ‘diablos rojos’. Equipos como el Juventus italiano le deseaban, pero su destino fue Inglaterra, donde Sir Alex Ferguson se convirtió en su padre deportivo.

Fascinado por su velocidad en la inauguración del estadio José Alvalade para la Eurocopa de 2004, Ferguson dio la orden de fichar a ese joven jugador que se marchaba de todos sus rivales. Por 17,5 millones de euros el Manchester United encontró al sustituto de David Beckham. El icono del equipo puso rumbo al Real Madrid, pero Old Trafford pasó a admirar a un nuevo héroe.

En su estreno firmó un triplete ante el Bolton Wanderers en el ‘teatro de los sueños’. Rápido llegó su debut como internacional absoluto portugués. Sentó al que era indiscutible hasta su irrupción, Simao Sabrosa, y los goles de Cristiano llevaron a su selección a la final de la Eurocopa de Portugal en 2004, en la que, junto a Wayne Rooney, fue una de las grandes estrellas del torneo, pero la derrota ante Grecia le dejó una espina que aún tiene clavada.

Instalado en la elite, los méritos de Cristiano, siempre referente, le han dado numerosos títulos de equipo e individuales. A los reconocimientos de su adolescencia jugador del año y jugador joven del año concedidos por la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) y asociación de periodistas deportivos en Reino Unido, fue añadiendo tres ‘Premier’, dos Copas de la Liga, una Copa, una Community Shield, una Liga de Campeones y un Mundial de Clubes.

Tras su etapa exitosa en Manchester, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, rubricó su fichaje por 94 millones de euros. Un nuevo ‘galáctico’ que superaba en expectación a los míticos Ronaldo Nazario, Luis Figo o el mismísimo Beckham. El Bernabéu se llenó para darle la bienvenida y desde entonces disfruta de un jugador siempre hambriento que ha marcado goles durante quince meses seguidos en su estadio.

En 2009 comenzó a labrar una leyenda de blanco con números inigualables, sus mejores registros como goleador de su carrera. Le sitúan a la altura de mitos como Paco Gento, Puskas, Raúl González y Alfredo Di Stéfano. Los va superando con cada tanto.

Su predicamento fue creciendo hasta que encontró lo que tanto demandaba. El apoyo total del club, técnicos y compañeros. Un cántico de una afición rendida a sus goles y liderazgo. Así llegó un 2014 para la historia, clave como máximo goleador en la conquista del Real Madrid de su ansiada décima Copa de Europa.

Sus 56 goles en 51 partidos de blanco se imponen a una discreta participación en el Mundial de Brasil con Portugal, mermado por los problemas de rodilla que le marcaron en la recta final de la pasada campaña. No le impidieron tener protagonismo en la Copa del Rey ganada de nuevo en Mestalla al Barcelona, poner los goles en la final de la Supercopa de Europa y ganar el Mundial de Clubes.

Bota de Oro, jugador del año UEFA por sus 17 goles en Liga de Campeones, World Soccer Player por segundo año consecutivo, máximo goleador de la Liga española, Gran oficial del Infante Enrique o jugador con más tripletes de la historia de la Liga española son más récords puntuales en un año que tuvo su mejor broche. Su reinado continúa con su tercer Balón de Oro.

EFE