Está acusado de defraudar de forma “consciente” 14,7 millones de euros al fisco español, y Cristiano Ronaldo, en el ojo del huracán, ha estallado contra sus asesores alegando que no sabía nada del asunto. Esta será su estrategia en el mediático caso, cuyos entresijos empiezan a desvelarse en Portugal.

“Ronaldo de eso no sabe, no supo y no podía saber”, así resume este sábado el semanario portugués Expresso el mensaje que los abogados del astro pretenderán transmitir a lo largo del proceso, para el que han fijado dos objetivos: que sea lo más breve posible y que quede claro que el portugués no es Messi.

Cualquier parecido con el argentino del Barcelona, condenado a 21 meses de cárcel por defraudar 4,1 millones de euros, es indeseado para la defensa de Ronaldo, que no obstante se ve ahora investigado por el mismo tipo de ingresos que llevaron a su rival ante la Justicia: los derechos de imagen.

La Fiscalía de Madrid acusa al delantero de cuatro delitos contra la Hacienda Pública cometidos entre 2011 y 2014, que suponen un fraude tributario de 14.768.897 euros. Las cuotas defraudadas son de 1,39 millones en 2011; 1,66 en 2012; 3,2 en 2013 y de 8,5 en 2014.