Los manifestantes, unos 500 según la policía de Brasilia, bloquearon el tránsito frente al estadio y desplegaron unos 200 neumáticos, a los que luego les prendieron fuego.

La intención era protestar contra la Copa Confederaciones organizado por la FIFA, el elevado gasto público en obras para el evento y las expropiaciones que ha supuesto en varias de las seis ciudades sedes.

Las autoridades, que han preparado un fuerte esquema de seguridad para el evento, fueron sorprendidas por la protesta, que obligó a una rápida movilización de agentes de policía y miembros del Cuerpo de Bomberos, que demoraron casi una hora para apagar el incendio.

La protesta fue convocada por diversos movimientos sociales, entre ellos el Movimiento Sin Techo, que agrupa a personas sin hogar y ha denunciado que en el país hay unas 50.000 personas que viven en las calles y no reciben ninguna atención del Gobierno.

El grupo “¿Copa para quién?”, que reúne a varios movimientos sociales opuestos al torneo, ha anunciado otras protestas en diversas ciudades del país, lo que ha puesto en alerta a las autoridades.