Chile bajó la persiana del 2014 con una derrota ante Uruguay por 1-2 en un amistoso disputado en Santiago.

El último duelo del año dejó una imagen difusa de Chile, que controló muchos pasajes del partido pero vio como Uruguay se llevaba el triunfo en un ejercicio de madurez, competitividad y oficio.

Lo sucedido en el choque con Uruguay se puede extrapolar para hacer un balance de este 2014.

Los muchachos de Jorge Sampaoli han dado un salto de calidad y han puesto el fútbol austral en el mapa, pero han desaprovechado la oportunidad de escribir su propio capítulo en la historia del fútbol chileno.

Chile ha jugado este año 14 partidos, cuatro en el Mundial Brasil 2014 y ocho amistosos. El balance es de ocho victorias (dos en el Mundial), tres derrotas (otras dos en el Mundial) y tres empates.

El episodio más brillante fue la victoria por 2-0 contra España el 18 de junio en el Maracaná de Río de Janeiro, en la fase de grupos del Mundial Brasil 2014.

Eduardo Vargas y Charles Aránguiz fueron los autores de los goles de un triunfo histórico ante los entonces campeones del mundo, que además selló la clasificación a octavos de final.

También fue destacable su actuación ante Alemania en Stuttgart. Chile perdió 0-1 pero dio un aviso a navegantes a pocos meses del Mundial Brasil 2014 frente al equipo que a la postre se alzaría con el campeonato.

En el otro extremo, la derrota más cruel ocurrió también en Brasil. Fue ante los anfitriones en los octavos de final, en el Mineirao de Belo Horizonte.

Brasil y Chile empataron 1-1 al final de los 90 minutos de juego y la media hora de prórroga, en la que Mauricio Pinilla mandó un trallazo al larguero cuyo recuerdo aún escuece.

Los brasileños se impusieron en los penales y Chile chocó de nuevo con la barrera de los octavos de final, un muro infranqueable en los últimos mundiales que ha disputado.

Los amistosos después del Mundial han sembrado algunas dudas, especialmente el 2-2 frente a Bolivia y la derrota con Uruguay.

Sampaoli confía en la plantilla que jugó el Mundial para afrontar la Copa América que se disputará en Chile del 11 de junio al 4 de julio de 2015.

Claudio Bravo manda en un vestuario donde despuntan Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Gary Medel.

La Copa América es un torneo que motiva a los futbolistas chilenos y que reunirá a los titanes sudamericanos, Brasil, Argentina y Uruguay, y a selecciones con trayectorias ascendente como Colombia y Ecuador.

En Chile se esmeran en sacudirse la presión del anfitrión, pero los jugadores saben que posiblemente sea la última oportunidad que tendrá la generación más talentosa de futbolistas de este país de dejar un título como legado.