La final de la Liga de Campeones continúa vetada para el portugués José Mourinho como entrenador del Chelsea, tras perder hoy ante el Atlético de Madrid por 1-3 su tercera semifinal en el torneo al frente del conjunto inglés.

El preparador luso ya había sufrido dos derrotas en la penúltima ronda de la máxima competición europea, ambas ante el Liverpool, en 2005 y 2007, durante su primera etapa como entrenador en Stamford Bridge.

El portugués ha levantado la Liga de Campeones en dos ocasiones, con el Oporto en 2004 y con el Inter de Milán en 2010, pero en su primera temporada tras su regreso a Londres ha vuelto a caer un escalón antes de la final.

Las decepciones en la máxima competición europea marcaron su primera etapa en Stamford Bridge, de 2004 a 2007, cuando el equipo no pudo cumplir el principal objetivo que había marcado el dueño del club, el magnate Roman Abramóvich.

En septiembre de 2007, Mourinho dio un portazo y abandonó el Chelsea después de meses en los que el petrolero ruso había deslizado críticas sobre el estilo excesivamente defensivo que mostraba el equipo.

Siete años después de aquella salida, el Chelsea ya tiene en sus vitrinas la ansiada Liga de Campeones, que la ganó en 2012 con el italiano Roberto Di Matteo en el banquillo, y la tensa relación entre Abramóvich y Mourinho ha cambiado por completo.

El magnate parece ahora conforme con el tipo de juego que plantea el portugués, que ha subrayado en diversas ocasiones que su principal prioridad es dejar su portería a cero.

Ese sistema le ha permitido erigir la defensa más impenetrable de la liga inglesa, con tan solo 26 goles recibidos durante esta temporada, si bien no le ha servido para superar al conjunto del argentino Diego Simeone.