Roman Abramovic llegó en el 2003 al Chelsea FC, que hasta ese entonces era un club sin mayor importancia en el mundo del fútbol. Cuando el magnate ruso compró el equipo londinense empezó a subir como la espuma. La compra de jugadores de alto nivel hizo que en la temporada 2012-13 campeonara la Champions League.

Si bien es cierto, no es considerado como un equipo grande pero sí un equipo de temer por el alto nivel jerárquico de sus jugadores. Ese detalle ha llevado que el Chelsea entrara a era de crisis financiera.

A mediados del 2013, el Chelsea perdió 81,7 millones de dólares, luego de lograr una ganancia de 2,3 millones. La UEFA permite una inversión ilimitada en el aspecto de infraestructura y el desarrollo de nuevos futbolistas menores, el problema es que el Chelsea sólo presentó 25 millones de dólares en egresos durante 2012-13.

La UEFA sólo tolera pérdidas de 62 millones de dólares, sin riesgo de que se prohíba la participación de un club en las competiciones europeas. El equipo de Roman Abramovich sobrepasa dichas cantidades y corre el riesgo de que la UEFA tome cartas en el asunto.