, el arquero del que sobrevivió a la tragedia, en silla de ruedas, se emocionó al entrar de nuevo en el campo que vio crecer a un club que pasó de la serie D a la primera visión en tan solo siete años.

Jackson Follman y los otros dos jugadores que sobrevivieron al accidente, Hélio Hermito Neto y Alan Ruschel, levantaron la Copa Sudamericana, el trofeo continental que engrosó las vitrinas del equipo a pedido del Atlético Nacional, quien sería su rival en la final de la competición el año anterior.

Vestidos de verde y blanco, los hinchas del Chapecoense volvieron a entonar la estrofa de “Somos todos Chape”, la misma que los jugadores del equipo cantaron en el vestuario cuando se clasificaron para la final de la Copa Sudamericana y que se ha convertido en un lema del equipo.

Jackson Follman levantó el trofeo de la Copa Sudamericana