Los de Londres hicieron su partido en territorio galo y en base a mortales contragolpes lograron quedarse con tres valiosos puntos.
Los tantos de Walcott y Ramsey dejaron en silencio el Velódromo y desataron la alegría entres los jugadores del Arsenal.
El Marsella apenas pudo descontar con un tiro de penal de Ayew en el último suspiro del partido.