Lo que sucedió en la Segunda División del fútbol alemán o Bundesliga 2 es realmente increíble. Pocas veces se aprecia algo similar en un partido y en una misma jugada de gol.

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Simplemente, la pelota no quiso entrar, se negó a hacerlo. No estaba escrito que sea gol en ese momento y el destino es implacable.

Esto sucedió durante el encuentro entre Ingolstadt y el Bochum por la décimo quinta fecha del torneo de ascenso del balompié germano.

Uno de los protagonistas de la jugada fue el australiano Mathew Leckie, quien le gana de cabeza al arquero dentro del área, pero la pelota pega en el travesaño y… ¡rebotó en el mismo travesaño!

Eso no es nada. El rebote le quedó servido a Moritz Hartmann para anotar a puerta vacía con la cabeza, pero la mandó… Sí, adivinó, al mismo travesaño.

Menos mal que el Ingolstadt goleó 3-0 y sigue como líder en la Bundesliga 2.

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