El Gladbach se impuso con su habitual fútbol, basado en un sólido trabajo defensivo y una gran eficacia en el contragolpe y en la situaciones con balón parado, con goles de Mike Hanke, Marco Reus y del belga de origen brasileño Igor de Camargo.

Hanke abrió el marcador en el minuto 31 al rematar de cabeza una falta lanzada por Reus desde el centro del campo. Hasta ese momento, el partido había sido relativamente parejo, con una ocasión para el húngaro Tamas Hajnal de parte del Stuttgart y una para Arango de parte del Gladbach .

Tras el gol, el Gladbach empezó a controlar el partido con mucho oficio y, sobre todo en la segunda parte, empezó a llevar peligro a través de jugadas de contragolpe.

La sentencia llegó en el minuto 81, justamente en un contragolpe cuando Patrick Hermann le metió a Reus un pase de profundidad desde la raya central. Reus controló la pelota, entró el área y definió sin problemas.

Con el Stuttgart ya contra el piso llegó el cuarto, marcado a puerta vacía por De Camargo aprovechando un buen centro de Hermann dentro del área.