La escuadra del Nocerina, donde militó antes Roberto Merino, gestó uno de los mayores escándalos que se ha visto no solo en el fútbol italiano, sino a nivel mundial.

El equipo en mención debió disputar el derby d su ciudad ante Salernitana, pero hubo un detalle para este encuentro y era que los hinchas ultras del Nocerina no podían ingresar al estadio.

Es por ello, que los barristas habrían amenazado a los jugadores para que no se presenten al cotejo. Los futbolistas no pudiendo evitar el partido, no tuvieron mejor idea que fingir cinco lesiones, previamente el técnico había hecho tres cambios ni bien comenzó el partido.

Con el bochornoso incidente, los jugadores del Nocerina se marcharon entre las pifias de los simpatizantes del Salernitana, quienes arrojaron objetos a la cancha en señal de protestas.

En las afueras del estadio, los barristas ultras del Nocerina cantaban “hemos ganado nosotros”.