El enfrentamiento entre Lionel Messi y Luis Enrique, lejos de amainar, lleva camino de ser imposible de solucionar tras conocerse que el futbolista argentino habría comunicado a Josep María Bartomeu su profunda incomodidad con el entrenador y con gran parte de su staff, llegando a insinuarle al presidente su deseo de un cambio en el banquillo, según una fuente cercana al futbolista argentino de la cual tuvimos acceso.

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En la charla que se dio el jueves por la noche, el presidente del FC Barcelona tranquilizó a Messi y le aseguró que la directiva, con él al frente, está buscando con urgencia la incorporación de un nuevo director deportivo que además de ocupar el puesto de Andoni Zubizarreta pudiera, si la situación deportiva no se arregla, tomar las riendas del primer equipo en lugar de Luis Enrique. Esta persona podría ser Óscar García, con quien mantuvo el mandatario una reunión informal el pasado miércoles.

Pero las palabras de Bartomeu no le parecieron bastar al ‘10’, quien le repitió al presidente que su relación con el entrenador asturiano está totalmente rota y que reconducir la situación se antoja imposible, por lo que le llegó a deslizar el nombre de Frank Rijkaard, quien le hizo debutar en el primer equipo hace diez años, como una solución de urgencia, al menos hasta acabar la temporada.

Bartomeu tomó nota de las palabras de Messi y aunque intentó tranquilizarlo y le aseguró que Luis Enrique estaba dispuesto a modificar algunas situaciones en su relación con el vestuario y con él especialmente, se encontró con una posición absolutamente enrocada por parte de la ‘Pulga’, quien le dejó claro que reconducir su relación con el entrenador poco menos que imposible.

Messi explicó al dirigente que su opinión no es única entre la plantilla y que no son pocos los jugadores disconformes con los métodos del entrenador, tanto desde un punto de vista profesional como personal.

Leo, además, le trasladó a Bartomeu su profunda incomodidad con Joaquín Valdés, el psicólogo que incorporó a su equipo de trabajo Luis Enrique y que según el futbolista ha provocado más de un problema en la plantilla. Así, el argentino habría comenzado por exigir la salida inmediata de este ayudante del vestuario y, también, de Juanjo Brau, jefe de fisioterapeutas, que hasta hace dos años fue íntimo suyo y con quien no se habla.

Fuente: Jordi Blanco – ESPNdeportes