Un trallazo desde fuera del área de Firmino dio la victoria (1-2) a una selección brasileña gris, que ofreció más oficio que buen fútbol ante una combativa Austria.

Este sexto amistoso del Brasil de la nueva era de Carlos Dunga tras el fracaso del pasado Mundial quedará en las estadísticas como el primero en el que encajó un gol, un penalti transformado por Aleksandar Dragovic en el minuto 75.

Austria planteó un partido intenso y físico, con la idea de presionar las líneas de pase brasileñas y aprovechar la velocidad de sus extremos.

En la segunda etapa de Dunga como seleccionador se cuentan los partidos de Brasil por victorias. En EEUU Brasil derrotó a Colombia y Ecuador por 1-0, en Pekín se impuso a Argentina por 2-0, en Singapur a Japón por 4-0 y en Estambul a Turquía por 0-4.