La irrupción del argentino Ángel Correa como goleador único y decisivo a la hora de juego sacó de un embrollo al , al que sostuvo en la lucha por la con un triunfo sufrido e indispensable contra un buen , capaz de anular durante casi todo el duelo al conjunto rojiblanco.

Al principio con ocasiones; después con menos llegada; al final con más oportunidades y siempre como un bloque compacto, de suma exigencia y complicación para el equipo madrileño, que respiró con el gol de Correa, vital para su quinto triunfo consecutivo en el campeonato y para mantener la ambición y el ritmo por el título.

Había nervios en el Atlético Madrid, impreciso con la Liga en juego, sin el partido que probablemente había diseñado desde el vestuario, sin tanta pegada como demuestra últimamente y alertado de vez en cuando por el Málaga.

Pero la fe y la ambición del ‘Atléti’, hoy por hoy, son extraordinarias. También sus recursos, como este sábado el primer cambio, el de Correa, que de la nada sacó un latigazo desde la esquina del área a la hora de juego que, ligeramente desviado por un defensa malaguista, rompió el partido y dio la victoria al equipo madrileño, ya rearmado hacia los tres puntos.

EFE