El sumó su segundo empate consecutivo en el arranque del curso (0-0) ante un que se dejó el alma en el primer partido de su historia como anfitrión en la máxima categoría del fútbol español.

Llegaba el Atlético con la necesidad de sacar los tres puntos después del empate contra el Alavés en el Calderón. Para ello una novedad importante como fue la presencia del francés Antoine Griezmann, reconocido en los días previos como el segundo mejor jugador de Europa.

Por su parte el Leganés optó por modificar el dibujo con respecto a Vigo. Asier Garitano pasó de cinco defensas a cuatro, reforzando el ataque con Szymanowski. Rubén Pérez se encargó de suplir la baja del sancionado Timor.

Atlético Madrid

Dos conjuntos dispuestos a dar batalla en un estadio que, sin serlo, olía a nuevo después de una profunda metamorfosis estival. Cambios por dentro y sobre todo por fuera, con la presencia de tres mil asientos más. Todos ellos se ocuparon para beneficio del ambiente.

Arrancó el choque con intensidad por parte de ambos contendientes pero una mayor vocación ofensiva en el cuadro rojiblanco, que a los dos minutos pudo ponerse por delante en un saque de esquina que cabeceó Saúl por encima del larguero.

Los de Simeone disponían de la posesión y al peligro de la estrategia sumaban también la incertidumbre que generaban al rival con el envío de balones a espaldas de la defensa. A cada uno de ellos iba Gameiro, dispuesto a medirse en un esprint con quien hiciera falta.

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El planteamiento parecía bueno pero no generaba acercamientos suficientes como para inquietar al Leganés. Tampoco los locales, generosos en el esfuerzo, encontraban la manera de superar las líneas de presión y conectar con los de arriba.

Entró el partido en letargo y tuvo que aparecer Griezmann para revivirlo. Siempre alerta el galo irrumpió por el costado zurdo para rematar de volea un magnífico envío de Gabi; pero se encontró con la manopla de Serantes. La más clara y la última antes de irse al descanso.

Tras la pausa, Garitano decidió volver a la fórmula que le había funcionado en el debut liguero. Adrián Marín sustituyó a Szymanowski y ocupó el carril izquierdo, desplazando a Diego Rico al eje de la zaga.