En el partido final para la promoción a la sexta división, los clubes Dro y Termeno se fueron hasta los tiros de penales para definir al ganador y conseguir su ascenso.

En esa instancia, el jugador del Termero, Michael Palma, disparó al parante y el golero comenzó a celebrar con el público; sin embargo, mientras el golero celebraba, la pelota seguía dando vueltas y caprichosamente se metió al arco de Loris Angeli.

El árbitro cobró el legítimo gol y acto seguido el arquero del Termero atajó el penal definitivo y su equipo logró la ansiada clasificación a la sexta división.

Loris Angelli no lo podría creer, no solo había hecho el ridículo, sino que su equipo se quedó con las ganas de ascender.

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