En un gigante complejo deportivo, se jugaba un partido de rugby juvenil. Todo transcurría con normalidad. De pronto, en una cancha vecina, donde se disputaba un partido de fútbol de veteranos, se empezó a oír disparos.

Los jugadores de rugby se lanzaron al piso, lo mismo que los hinchas en las tribunas. En el campo de fútbol se había instalado el terror. Balazos de uno y otro lado, una real batalla campal.