En el fútbol de Irak mientras se efectuaba un encuentro de la liga profesional de ese país, el árbitro cobró un penal discutido y los jugadores afectados se le acercaron para pedirle explicación de lo que había cobrado.

Los jugadores habían perdido el control y se tiraron encima del árbitro, este no aguantó y respondió con un puñete a un jugador y una patada en el estómago a otro.