Un año en azul para Universidad de Chile . El cuadro del técnico Jorge Sampaoli se coronó campeón del Torneo de Clausura al golear por 3-0 a Cobreloa, en el Estadio Nacional.

Los universitarios sellaron así una temporada histórica para el club laico, luego de sumar su tercera corona de la temporada 2011, tras dar la vuelta olímpica en el Apertura y la Copa Sudamericana.

Con la corona de esta noche la U sumó su 15° título en campeonatos nacionales, con una sólida campaña que también la coronó en el ámbito internacional.

Fueron sólo los primeros 10 minutos del partido donde el elenco visitante mostró ambición por abrir la cuenta. Después de eso nada. Gustavo Lorenzetti se adueñó de la mitad del campo y comenzó a hilvanar el juego de los azules.

Y el constante juego ofensivo se vio coronado a los 24’ cuando Marcelo Díaz mete un pase milimétrico desde la mitad de la cancha, controla Vargas y se va en demanda del arco, tras dejar la marca de Andrés Oroz, saca el centro y Canales que mete la zurda y hace explotar el Estadio Nacional. Primero de la U.

Pero los universitarios querían más y así fue. A los 28’ arranca desde su territorio Vargas, quien se va en demanda del pórtico y dejando sin poder de reaccionar a Sebastián Roco, el ahora jugador del Nápoles levanta un hermoso globito ante la salida de Peric y la pelota que se introduce al fondo del arco. Golazo de los campeones de la Copa Sudamericana.

A esa altura del cotejo las cartas ya estaban echadas y era sólo un equipo el que mostraba un fútbol contundente, ese era la U, pues Cobreloa poco y nada. Los nortinos nunca encontraron la bola en la mitad del campo, mientras que su zaga cometía errores groseros en la marca.

Para muestra, a los 35 pierde la pelota Oroz y es Aránguiz quien toca para Eugenio Mena, el ex Wanderers que levanta el centro y es Matías Rodríguez, quien había ingresado por un lesionado Canales, que la controla con el pecho y mete un fulminante derechazo que pese a la estirada de Peric el balón se coló en el fondo del arco.

La U estaba inspirada y su rival la dejaba hacer todo lo que quisiera en la cancha. Además, ya habían perdido a Peric por lesión, dando paso al argentino Luciano Palos. Poco antes del término de los 45 minutos los “ole, ole, ole…” caían con bastante intensidad de las tribunas. La historia comenzaba a escribirse para los laicos.

En la segunda etapa el escenario no varió mucho, pese a los cambios que realizó Acosta, con el ingreso de Sebastián Zúñiga por Bryan Cortés y Boris González por Felipe Rojas.

Los nortinos sintieron el golpe de la primera etapa, lo que se vio reflejado en las escasas acciones claras de descontar. Por el otro lado la U se dedicaba a controlar el balón y a ratos provocaba una arremetida de Diego Rivarola, que ingreso por Lorenzetti, y de Vargas. El menudo atacante se despidió a lo grande en Ñuñoa.