El volvió a endosar una goleada a (7-1) en un partido sin brillo de los de Luis Enrique y dejó el conjunto navarro prácticamente con los dos pies en segunda división.

Después de un 7-0 el curso pasado, un 5-1 el anterior y un 8-0 hace tres, el Barcelona se ha abonado a someter a Osasuna en el Camp Nou con una nueva goleada (7-1), gracias al acierto en la segunda parte del equipo catalán, que cuajó unos primeros 45 primeros minutos de muy bajo nivel, a pesar de haber ejercido un control casi exclusivo con el control del balón.

La primera parte fue un monólogo de los azulgranas, que, aunque no cuajaron un partido para enamorar, no permitieron nada a Osasuna, cuyo único momento álgido fue un disparo desde el centro del campo de Roberto Torres en el minuto 10 con el que quiso sorprender a un adelantado Ter Stegen. Sin embargo, su tiro careció de puntería y de fuerza.

Al margen de ese intento, Osasuna no ofreció nada más que un repliegue como pudo en defensa e intentó salir sobre Messi cada vez que el argentino recibía en la frontal. Parecía que la única consiga era que, ante las bajas de Luis Suárez (descanso) y Neymar (sanción), a Messi había que impedirle que generase fútbol.

, Barcelona vs Osasuna

El ‘10’ azulgrana presionó con acierto en un pase de Fausto hacia atrás y se encontró con el balón en los pies y todo el campo para llegar sin obstáculos a la meta de Sirigu, al que batió tras prepararse la pelota con tranquilidad (1-0). Con ese tanto, a Osasuna no sólo se le oscurecía la noche, nublada, fría y lluviosa, sino que encajaba su gol 76 en esta Liga, el peor registro de su historia.

Volcado el Barcelona sobre el área de Osasuna, el partido cayó en una monotonía que aburrió incluso a los jugadores. Sólo Messi se atrevía a arriesgar, con jugadas individuales o con intentos de marcar un segundo tanto. La falta de sus socios habituales (Neymar y Luis Suárez) llevó al argentino a vivir de los pases de Busquets y Rakitic para arrancar alguna acción desde el centro.