Aquí o en la China, el racismo está presente y trasciende el deporte. A continuación, un repaso de actos racistas que han levantado polémica y traído fuertes consecuencias en el fútbol europeo.

Ocho partidos de suspensión y una multa superior a los 40 mil euros le costó a Luis Suárez insultar a Patrice Evra durante un partido de la Premier.

Al igual que Suárez, Terry pagó las consecuencias de tratar despectivamente a Anton Ferdinand. Cuatro partidos de suspensión y 220 mil euros tuvo que pagar el defensor del Chelsea.

¿Qué culpa tiene Gareth Bale de ser cómo es? El jugador galés, cuando todavía estaba en el Tottenham, fue agredido con plátanos por un supuesto parecido a un simio. El agresor, un hincha del Arsenal, fue suspendido de asistir, por tres años, a cualquier evento futbolístico en Inglaterra.

Transcurría el 2009 y Cristiano Ronaldo se acomodaba en la Liga con el Real Madrid. El portugués fue objeto de insultos racistas que iban en contra de su nacionalidad.

En Italia, hinchas de la Roma entonaron cánticos racistas en contra de los jugadores del Nápoli. El cuadro de la capital italiana tuvo que jugar sin sus aficionados de tribunas populares durante dos partidos y pagó una multa de 50 mil euros.