El Mineiro se benefició del gol temprano de Jô, que llegó a los nueve minutos, después de una bola robada a la zaga venezolana por parte de Guilherme, quien, en ausencia de Ronaldinho, llevaba el peso del juego del conjunto brasileño.

La tranquilidad del resultado le llevó a los locales a relajarse desde muy temprano, a acomodarse en la cancha y a rifar el balón en exceso, lo que mermó el potencial ofensivo del Mineiro y acabó alentando al equipo venezolano.

Pero el Zamora, con problemas en la transición entre defensa y ataque, no lograba aprovecharse del ritmo templado de los brasileños y, antes del descanso, sólo amenazó la portería rival en dos ocasiones, en un tiro lejano de Luis Melo y una jugada individual de John Murillo.