Lionel Messi estaba devastado por perder la final de la Copa América en la tanda de penales ante Chile. El argentino no podía más con la situación, renunció en vivo a la albiceleste y camino al bus para sacarlo de ese infierno que era el estadio MetLife, recibió un emotivo abrazo, de una persona muy cercana a él y que lo estima por su juego, talento y valor como ser humano.

Ese fue Antonio Mohamed, exfutbolista argentino y actual entrenador del Monterrey de México. Abrazó a Lionel Messi, le dijo unas palabras al oído, lo palmoteó, le dio ánimos. Muchos argentinos se sintieron identificados con ese gesto.